Las autoridades europeas proponen acciones a los distintos sectores implicados en la producción de alimentos para minimizar el exceso de residuos
Un estudio sobre el despilfarro de alimentos en la Unión Europea calcula que se pierden alrededor de 89 millones de toneladas de alimentos al año. Cada europeo desperdicia unos 179 kilos anuales y lo hace en todos los escalones de la cadena alimentaria, según revela el último estudio de la UE al respecto, que no incluye los desperdicios procedentes del sector agrícola, ganadero y pesquero. Según el Parlamento Europeo, una cantidad creciente de alimentos seguros y comestibles se convierten en residuos
Este problema de sostenibilidad no solo lo es desde el punto de vista medioambiental, sino que tiene repercusiones económicas, nutricionales, sanitarias y sociales, ya que casi 80 millones de europeos viven debajo del umbral de la pobreza y más de 900 millones, según datos de la FAO, corren riesgo de desnutrición en todo el mundo. La cifra se dispara si se tienen en cuenta las previsiones de aumento de la población mundial en los próximos años, las cuales estiman que se necesitarán alrededor de un 70% de recursos alimentarios más para el año 2050, un despilfarro al que las autoridades europeas quieren poner freno.
Para lograrlo, se ha lanzado una propuesta que recoge recomendaciones claras y precisas dirigidas de forma específica a los diferentes sectores y en las que se involucra a todos los agentes implicados en la cadena alimentaria. Esta es la propuesta del Parlamento Europeo para evitar el desperdicio de alimentos mediante estrategias de mejora de la eficiencia de la cadena alimentaria en la UE a través de todos sus eslabones, desde el campo hasta la mesa, según se presenta en un reciente informe.
Alimentos seguros se convierten en residuos
La seguridad alimentaria es un derecho fundamental de la humanidad que se realiza a través de la disponibilidad, el acceso, la utilización y la estabilidad temporal de una alimentación sana, adecuada y nutritiva. A partir de esta base, el Parlamento Europeo pide que, cuando se elaboren políticas de desarrollo, se apoyen acciones encaminadas a reducir el despilfarro a lo largo de toda la cadena agroalimentaria en los países en desarrollo, donde son cruciales e inadecuadas las técnicas de producción, la gestión posterior a la cosecha, las infraestructuras y los procesos de transformación y envasado.
Respecto a la confusión en torno a la definición de las expresiones "despilfarro de alimentos" y "residuo alimentario", por la primera se entiende el conjunto de productos alimenticios descartados de la cadena agroalimentaria por razones económicas o estéticas o por la proximidad de la fecha de caducidad. No obstante, aún son comestibles y están en condiciones para destinarse al consumo humano aunque, a falta de un posible uso alternativo, se eliminan y se generan efectos negativos desde el punto de vista del medio ambiente y económico.
El Parlamento toma nota de que en Europa se carece de una definición armonizada de este concepto y solicita, por tanto, que se presente una propuesta legislativa que lo defina y clasifique, así como que en la normativa vigente sobre la definición de los residuos se incluyan también los residuos alimentarios de origen agrícola. La agricultura, por sus características, puede desempeñar un papel fundamental y de avanzadilla en la lucha contra el despilfarro de alimentos.
Etiquetado especial
Entre las acciones concretas para reducir el despilfarro, se propone el etiquetado con doble fecha de caducidad (comercial y de consumo) y las ventas con descuento de productos cercanos a la fecha de caducidad o dañados, así como reducir los envases para obtener productos compatibles desde el punto de vista ecológico. En los países industrializados, la mayor parte del despilfarro se concentra en las últimas fases, es decir, la distribución y el consumo.
Por último, el Parlamento Europeo pide a los Estados miembros que estimulen y apoyen las iniciativas destinadas a incentivar la producción sostenible a pequeña y mediana escala, vinculada a los mercados y el consumo local y regional. Los mercados locales, así como las ventas directas son, por su corta cadena de suministro, sostenibles desde el punto de vista medioambiental y contribuyen a la estabilidad del sector primario.
Propuestas de reducción de residuos
Una acción conjunta en materia de inversiones en el ámbito de la investigación, la ciencia, la tecnología, la enseñanza, la divulgación y la innovación en agricultura, haría posible reducir el despilfarro de alimentos y estimular a los consumidores a adoptar comportamientos más responsables y conscientes, capaces de prevenir el despilfarro de alimentos.
En este sentido, se solicita la promoción de acciones de sensibilización de la opinión pública sobre las causas y consecuencias del despilfarro de alimentos y los modos de reducirlo y fomentar una cultura orientada a los principios de sostenibilidad y solidaridad dirigida a todos los ciudadanos y, en particular, en el ámbito educativo. Los responsables europeos enaltecen sobre todo la labor de los voluntarios que efectúan la clasificación y distribución de los productos, así como de las asociaciones profesionales que desarrollan sistemas y acciones contra el despilfarro.
También pide que se concreten instrumentos y acciones para estimular una mayor participación de las empresas agroalimentarias, los mercados mayoristas, las tiendas, las cadenas de distribución, los comedores y la restauración pública y privada en las prácticas contra el despilfarro.
Algunas cifras
Los hogares son responsables del 42% del total del despilfarro (76 Kg/cápita/año). De esta cantidad, un 60% es evitable y se debe, sobre todo, a la falta de concienciación, de conocimiento sobre el uso eficiente de los alimentos, las actitudes (culturales, de infravaloración), la falta de planificación de las compras..
El sector de fabricación de alimentos es responsable del 39% del total del despilfarro por fallos técnicos como la sobreproducción, los productos defectuosos y los daños en los productos o los envases.
Los sectores de la restauración y del catering son responsables del 14% del total del despilfarro por la obligación de hacer porciones individuales, por el excesivo dimensionamiento de stocks y por las preferencias.
Los sectores de la alimentación al por menor y al por mayor son responsables del 5% del total del despilfarro por ineficiencias en la cadena de suministro, la mala gestión, las estrategias de marketing inadecuadas o la sensibilidad de los alimentos a la temperatura.
2013, AÑO EUROPEO CONTRA EL DESPILFARRO DE ALIMENTOS
La Unión Europea ha solicitado que 2013 sea el Año Europeo contra el Despilfarro de Alimentos, como un importante instrumento de información y promoción para sensibilizar a los ciudadanos europeos y llamar la atención de los gobiernos nacionales sobre este importante tema, con vistas a la concesión de fondos adecuados a los retos que deben afrontarse en el futuro próximo.
Las bruscas oscilaciones de los precios de los productos básicos agrícolas, además de algunas deficiencias observadas durante los últimos años en el mercado alimentario (falta de transparencia o distorsión) suscitaron inquietudes tanto en el sector como en las autoridades acerca del buen funcionamiento de la cadena alimentaria. Un estudio previo de seguimiento realizado por la Comisión Europea demostró que estas inquietudes estaban justificadas y concluyó, según revela un comunicado de 2009, que es importante ejercer una vigilancia constante sobre este tema, así como buscar soluciones para mejorar el funcionamiento de la cadena alimentaria en Europa.
Ahora, los responsables europeos proponen adoptar medidas urgentes para frenar el desperdicio de alimentos con la aplicación de estrategias de mejora de la eficiencia de la cadena alimentaria dentro de la UE a través de todos sus eslabones
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