domingo, julio 24, 2011

Amy winehouse muere a los 27 años...

Hoy, 23 de julio de 2011, la policía de Londres ha encontrado muerta a la cantante Amy Winehouse en su casa de Camdem, al norte de Londres. Su discográfica ha confirmado la noticia que saltaba de la mano de Sky News a las 4 de la tarde y se extendía por unas redes sociales llenas de usuarios que no daban crédito. Aún se desconocen las causas, hay una investigación en curso y las autoridades han precintado la zona como si de una serie policíaca se tratara.

Su última aparición fue el 20 de julio durante el concierto de su ahijada. Antes, el 18 de junio, tras un concierto en Belgrado (Serbia), Amy Winehouse recibió tan malas críticas que decidió cancelar todas las fechas de su gira europea, entre ellas el Bilbao BBK Live. Y es que los fans llegaron a catalogar su actuación como el peor concierto jamás visto. ¿Se trataba de una señal?

En Reino Unido disfrutaron de su poderosa voz de contralto desde que en 2003 publicó su primer álbum, Frank, con el que consiguió un disco de platino. Pero fue en 2006, con Back to black, cuando dio el salto internacional. Empezó a acaparar premios y también a marcar tendencia con su característico moño y su mirada enmarcada por esos largos rabillos negros. Por supuesto llamó la atención de entendidos y compañeros, quienes no dudaron en alabar sus grandes cualidades musicales.

Pero todo este éxito hizo que la atención no sólo se centrara en su voz, sino también en su ajetreada vida personal. Siempre al borde del abismo, en internet podemos encontrar auténticas cronologías sobre sus problemas de salud. El abuso que hacía Amy Winehouse de las drogas y el alcohol la llevó a sufrir trastornos alimenticios, violentos cambios de humor, enfisema pulmonar y hasta una sobredosis que hizo reaccionar a su discográfica. La cantante, según anunciaban, ingresaría en rehabilitación por voluntad propia. Pero ya lo decía la canción: “They tried to make me go to rehab. I said no, no, no”.

Su declive fue un tema de conocimiento público cuando este comportamiento autodestructivo empezó a afectar a sus conciertos. La afición de la artista a tomar una copa de vino sobre el escenario dio paso a borracheras, afonías y a una actitud dispersa a causa de las drogas. Precisamente algunos medios británicos apuntan a que la causa de su fallecimiento podría haber sido una sobredosis. Sería lo más probable, como también es probable que nunca lleguemos a saberlo con certeza, pero eso forma parte de la leyenda.

Amy Winehouse tiene ahora el desagradable honor de formar parte del “Club de los 27″, en el que ya figuran nombres como Kurt Cobain, Jim Morrison o Janis Joplin, artistas de vida atormentada que fallecieron a los 27 años de edad, en su mayoría, en extrañas circunstancias aún hoy sin resolver. ¿Qué tienen los 27? Otra cuestión que nunca resolveremos y además poco importa ahora porque lo que hay que hacer en estos casos es apreciar el trabajo del artista. Eso haremos nosotros también, quedarnos con la música de Amy Winehouse. Y es que, al margen de lo que fue su vida, hoy el mundo de la música ha perdido a una gran voz.

¿Era de esperar esta noticia o no? Aquí empiezan las especulaciones y éstas son las opiniones de algunos de los miembros de ThrillerWebzine.com:

Davinia Muñoz: No me da pena, ella se lo ha buscado. No se puede tocar el cielo sin que el sol te queme las alas. Y ella se ha achicharrado.

Silvia Tinoco: “Prácticamente era la crónica de una muerte anunciada y es triste decirlo, pero llevaba demasiado tiempo en el filo de la navaja. Lo peor es que además la suya ha sido una corta carrera, pero bueno, aún así nos deja un puñado de buenas canciones. La cuestión ahora es conseguir que se la recuerde por eso y que su caso sirva de alguna manera de ejemplo a otros artistas como Pete Doherty, por ejemplo”.

David Little: “Cuando un músico de éxito muere a los 27, inmediatamente es elevado a la categoría de mito. No sólo por lo que hizo en vida, quizá sobre todo por lo que podría haber llegado a hacer sin su muerte. La triste realidad es que su discográfica nunca le permitió grabar lo que le dio la gana, y nunca podremos saber lo que habría dado de sí. Una cosa es segura. Gracias a ella, un género como el soul se ha rehabilitado y ha vuelto a sus orígenes, huyendo del R&B melódico de bikinis y piscinas privadas. En cuanto a las drogas y el alcohol, ciertamente forman parte de la mitología del rock’n'roll. Pero me importa un carajo. Hizo lo que le dio la gana con su vida. ¿Pudo hacerlo mejor? Claro, todos podemos hacerlo mejor. Pero yo prefiero quedarme con su música. Me da igual que sea yonki, puta o monja. Lo único cierto es que los medios de comunicación encontraron en ella una máquina de hacer titulares y ahora toca escuchar cientos de veces la frase “se veía venir”. Pero todos nosotros fuimos en parte responsables, meros espectadores cruzados de brazos en un lamentable circo con un trágico desenlace. El documental ‘When you’re strange’ sobre The Doors termina diciendo algo así como: para algunos Jim Morrison sólo fue otra fugaz estrella de rock más que se consumió, pero lo cierto es que es imposible consumirse si no se está ardiendo. Amy Winehouse sin duda ardió con luz propia”.

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