2010-03-08 astelehena
El miércoles por la tarde me llama Bernardo para ver si quedamos para ver el partido d la roja (lo siento Bernardo, pero la roja no es la selección española sino Chile como muy bien te explicaría nuestro querido Luisma) contra “les bleus” (teóricamente es la selección d Francia...)
Le digo a Bernardo q no va a poder ser porque tengo un prestigio q mantener (qué dirían mi ama y mi hermano si se enterasen…) y q no puedo ir a una casa particular a ver un partido d la selección española pero me convence diciendo q Luis sí va a ir (el canalla le ha llamado a Luis primero y así me coge entre dos fuegos…) “cómo, q va Luis…? No me lo puedo creer…el mundo al revés, ya te digo…) y, por tanto, ante la encerrona no me queda más remedio q acudir (como último recurso antes d acudir, llamo a Luisma a ver si me puede ayudar a poner alguna excusa para no asistir pero me dice q él no está para ayudar a frikies… vale, pues, habrá q inmolarse entonces…)
Pues nada, la situación es ésta: quedo con Luis q me recoge en su flamante vehículo último modelo con tropecientos mil extras: te subes dentro y aquello parece una nave espacial con luces d todos los colores y accesorios por todas partes; nos dirigimos a casa d Bernie a disfrutar d la velada: “voy a poner un poco d música en el cacharro tan estratosférico de música q lleva tu coche” le digo a Luis; pero le doy al “play” e instantáneamente sin darme ni siquiera oportunidad de acomodarme en el asiento, el aparato se vuelve loco y pasa él solo de M80 Radio a KISS FM pasando por Radio María (dónde unas santas beatas están rezando el Santo Rosario vespertino) sin solución d continuidad y lo q es peor a qué volumen (no sé si las ventanillas del coche tiemblan más con el chunda chunda q con las Letanías a todo volumen… ): “apaga la radio” me dice Luis todo alterado; “y cómo coño se hace si esto no obedece?” le contesto; pues dándole al OFF como a todos” me responde; “pues será a todos menos a éste porque éste no para, le da igual el ON q el OFF” le chillo entre una música ensordecedora…
Paramos el coche en una acera e intentamos arreglar el estropicio: le damos al ON , al OFF, apagamos el motor, le quitamos la llave al coche y nada, q le da igual… pero de dónde cojones saca la energía el puto cacharro éste para seguir machacándonos los oídos…?; el aparato d música está a punto d convertir una calle del centro d Bilbao en un remix entre discoteca callejera (hay q reconocer q sería lo último en innovación urbana pero igual se quejarían los vecinos…) e iglesia d barrio…
“Joder pues hay q llevarlo al taller porque es q funciona incluso sin llave, esto debe ser algún fenómeno paranormal…” y héte aquí q hacia el taller nos dirigimos a toda velocidad entre la música d Alaska y la voz del cura por la radio dando bendiciones; imaginaros la cara q puso el mecánico cuándo en su establecimiento entra un Mercedes más grande q un trailer con la música a tope y con dos frikies (el uno encorbatado, el otro con txapela d medio lado y buff al cuello) q se bajan del vehículo en medio de un ruido atronador y que le dicen a ver si les puede arreglar el auto; “hombre, el procedimiento normal es dejar el coche en el taller y lo arreglaríamos cuándo le tocara el turno” nos contesta el profesional; “ d acuerdo con lo q dices pero ten en cuenta q es una emergencia, esto está a todo volumen y el caso es q no lo podemos bajar, y no se puede ir por ahí en este estado, llamando la atención d esta manera…” y a esta petición parece q tiene compasión d nosotros y nos atiende: y de repente se hace el silencio (el mecánico tardó 10 segundos en arreglar lo q nosotros llevábamos media tarde intentando poner en orden….) “gracias a Dios dice Luis, sigue esto así 5 minutos más y me suicido, en qué estado d nervios me ha puesto…”). Parece ser q la radio debe llevar una conexión directa a la batería por eso seguía sonando a pesar de q nosotros desconectábamos el motor del coche y q según explica el mecánico en ocasiones sucede; nada, q es como los ordenadores (y las mujeres añadiría yo ahora q no me lee ninguna…) cuándo les da el siroco: apagar y encender. Le preguntamos al mecánico q cuánto es y nos dice q nada, q ha sido un pequeño favor (de todas formas, lo dice con cara de que a ver si se van éstos cuánto antes de aquí y me dejan en paz, no vaya a ser q me vea el jefe hablando con raritos…)
Uf¡¡¡ y ya resuelto el asunto d la radio, ahora sí, nos vamos a casa d Bernardo a ver el partido d fútbol, llamamos al timbre y el tipo va y no te jode q nos abre con la camiseta d Torres: “joder Bernardo, las camisas estampadas q sueles llevar son un espanto pero una maravilla comparadas con ponerte la camiseta roja d Torres” le reprendemos a lo q él contesta “es para ambientarnos”; “pues nos hubiéramos ambientado más con algún traje d folclórica” le espeta Luis (“calla Luis”, le digo yo, no vaya a ser q tenga alguno en casa y nos veamos en un aprieto mayor del q ya estamos y salgamos d aquí vestidas d rumberas por soleares…)
A todo esto, el partido no tiene ninguna historia, los españoles aplastan a los franceses cuándo les da la gana y tras ver el tiki-taka d los españoles, nos disponemos a cenar y aquí d nuevo surgen los problemas (vaya tarde q llevamos…): Bernardo nos saca para cenar un puré de sésamo q madre mía había q echarle muchos huevos para comerse aquello (el dichoso puré es como si fuera una salsa d ortigas con tropiezos… imagínatelo…): pero como Luis es un valiente, para pasar el trago unta el citado mejunje en pan elaborado por el propio Bernie (hay q reconocer q no estaba malo el pan…la verdad es q no es mala idea hacerte el pan en tu propia casa, así le añades los ingredientes q tú quieras y todo d la máxima calidad, el problema es la falta de tiempo y q la panificadora es un armatoste más q colocas en la cocina) y dice q no está del todo malo, pero el cabrón no vuelve a repetir…
A continuación Bernardo, nos sigue sacando todo su repertorio de algas, polen, spaguettis de espelta y demás quincallería macrobiótica a la q Luis y yo miramos como las vacas al tren: “pero, madre mía, qué tienes en casa, una herboristería…?” Al final se apiada d nosotros (y yo creo q tb de él, porque va d vegetariano pero dónde esté un buen trozo d proteína animal…) y nos ofrece una pizza d atún que devoramos hambrientos tanto Luis como yo y tb el vegetariano…, y todo esto regado con un buen Borgoña… ahora sí, Bernie, te has portado como un auténtico anfitrión…y eso q eres vegetariano, pero el atún d la pizza qué rico te supo, eh…? vas a comparar con las ortigas ó el famoso sésamo ó era todo lo mismo…? eso es pa las vacas…
Y como final d fiesta el bar “More or Less”, d Ledesma, donde por un poco más del precio normal a esas altas horas d la madrugada sirven txupitos dobles. Ahí permanecimos como 15 minutos, lo suficiente para bajar las escaleras, llegar a la barra, pedir, tomar los txupitos e irnos para casa. Y es q estábamos demasiado cansados…
Muxux guztioi¡¡¡
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