La Agencia Mundial Antidopaje (AMA) no se traga la teoría del solomillo de Irún ingerido durante el Tour como causante de los 50 picogramos (un picogramo es la milésima parte de un nanogramo y la billonésima parte de un gramo) de clembuterol hallados en la orina de Alberto Contador. Así se lo ha hecho saber, a través de la Unión Ciclista Internacional (UCI) , a la Federación Española, cuyo Comité de Competición instruye un expediente disciplinario al madrileño de Pinto por presunto dopaje. Ese informe, al que ha tenido acceso EL PAÍS, es el Tourmalet, la montaña, la mayor dificultad, que deberá superar Contador para probar su inocencia, pues toda su defensa pasa por culpar al solomillo contaminado de la involuntaria ingesta de clembuterol en tan poca cantidad que tiene nulos efectos sobre el rendimiento.
El informe, en poder de la federación, se apoya en estudios sobre el engorde ilegal de reses
Los dirigentes de la AMA, cuyo responsable jurídico, el canadiense Julien Sieveking, visitará Madrid dentro de 10 días para participar en unas conferencias, han efectuado análisis en la carnicería de Irún en la que José Luis López Cerrón -presentó ante la UCI una declaración jurada ante notario sobre el establecimiento- compró el solomillo que Contador y algunos compañeros del equipo Astana comieron en Pau el 20 y el 21 de julio, así como el matadero que suministra al establecimiento. En ninguna de las inspecciones, en ninguno de los análisis efectuados a las muestras de carne, se halló rastro alguno de clembuterol, un medicamento -prohibido- para engordar el ganado aceleradamente, pues provoca gracias a sus efectos anabolizantes un considerable incremento muscular y un descenso de la acumulación de grasa, aunque la carne resulta más dura, con más tendones y nervios.
El informe de la AMA también se apoya en un estudio de la Unión Europea sobre cerca de 300.000 análisis de carne llevados a cabo en 2008. Solo en uno de ellos se halló la posibilidad de un engorde ilegal mediante clembuterol. Un estudio del Instituto Veterinario y la Facultad de Tecnología de los Alimentos de Zagreb (Croacia) con cerdos engordados con clembuterol, publicado en junio pasado en la revista Ciencia de la Carne, muestra que, si se le sacrifica al día siguiente de haberle endosado una dosis de clembuterol, en la carne del animal se encuentran casi cinco nanogramos de clembuterol por gramo, suficiente para que en la orina de una persona que se ha comido un filete de 200 gramos se hallen multiplicados por 100 los 50 picogramos de Contador . Si se le sacrifica a la semana, aún tendría en sus carnes suficiente clembuterol para provocar un positivo en un control antidopaje, pero no así a partir de las dos semanas de la última dosis, en las que el clembuterol que queda en la carne es inferior al umbral de detección de los laboratorios.
La AMA, según el documento y asumiendo que Contador se comió un solomillo de un cuarto de kilo, cifra en unos 300 nanogramos por kilo -una cifra aún detectable- la cantidad que debería tener la carne para que en la orina aparecieran los 50 picogramos. "Evidentemente", se indica, "los ganaderos que hacen trampas nunca sacrifican a sus reses ilegalmente engordadas hasta pasados unos 20 días de la última dosis de clembuterol por dos razones: para evitar ser cazados en los controles sobre la carne y para permitir que en los últimos días el anabolizante haga efecto plenamente en el engorde".
El informe concluye, dado el historial de análisis y el perfil longitudinal de los mismos, que se trata de una ingestión mínima y puntual, pero que no proviene de una posible carne contaminada. También cierra la puerta a que Contador, que sufre asma, pudiera haber utilizado el clembuterol como broncodilatador, su principal efecto terapéutico, pues, recuerda, el ciclista tiene un certificado que le autoriza al uso de varios broncodilatadores, pero no clembuterol."
No hay comentarios:
Publicar un comentario