Americain da a Francia su primera Melbourne Cup

Como es costumbre en Australia, el primer martes de noviembre de cada año se paraliza el país para disfrutar y vivir intensamente la Melbourne Cup, ese hándicap sobre 3200 metros que es el sueño de todo propietario local y, en los últimos tiempos, de todos los propietarios del orbe turfístico. En un terreno pesado, con 23 ejemplares en liza, muchos de ellos foráneos (HOLBERG, MANIGHAR, ILLUSTRIOUS BLUE, CAMPANOLOGIST, PROFOUND BEAUTY, BUCCELLATI y el propio AMERICAIN), en la que el grandísimo favorito era el local SO YOU THINK. El caballo entrenado por Alain de Royer Dupré y montado por Gerald Mossé supo imponer su gran final y dar a Francia, como país de entrenamiento que no de propiedad (sus propietarios son australianos) su primera Melbourne Cup.
La carrera fue corrida a fuerte ritmo, encabezada por DESCARADO (luego parado) ONCE WERE WILD, ZAVITE o el propio SO YOU THINK durante gran parte del recorrido, a los que se unió HARRIS TWEED, mientras lo europeos iban bien colocados en medio del pelotón. En los últimos 400 metros, los punteros ceden y aparecen MALUCKYDAY y SO YOU THINK por el centro con aires ganadores pero, por fuera AMERICAIN ha puesto una marcha más y en unos trancos sobrepasa a los punteros para irse a ganar con un grandísimo turn of foot final. Segundo, MALUCKYDAY llegó a casi tres cuerpos, después de deshacerse de un SO YOU THINK cansado, que sólo pudo ser tercero.

AMERICAIN y Mosse, brillantes vencedores de la Melbourne Cup de 2010. Fotos: Australian Racing.

La historia de este hijo de Dynaformer y America (Arazi) criado en Kentucky es muy curiosa ,pues, después de unos inicios en el turf europeo de la mano de los hermanos Wertheimer, donde llegó a ganar el Vicomtesse Vigier (Grupo 2) del 2009, se fue para USA donde, bajo los cuidados de Tod Pletcher, sus actuaciones no pasaron de discretas. Tras ello, fue vendido a los australianos Gerry Ryan y Kevin Bamford y mandado de vuelta a Francia para que lo entrenara Alain de Royer Dupre, siempre con la vista puesta en la Melbourne Cup, pues a sus propietarios les hacía mucha ilusión correr tan ilustre prueba. Allí, en el país galo, se hizo un especialista en las grandes distancias, venciendo en tres carreras, incluido el último Prix Kergolay (Grupo 2) disputado el pasado verano en Deauville. Antes de la Cup, venía de ganar una preparatoria en Australia y el sabio entrenador francés lo tenía de dulce para que, por fin, la Marsellesa sonara en Flemington Park. Y así fue.