martes, diciembre 07, 2010

el ciclocross sobrevive al mountain bike en Europa


Igorre congregó a las grandes estrellas en un infierno de barro


Más que ciclistas, son atletas. Héroes forjados en el reino del barro que corren, salvan obstáculos y cargan con la montura en tramos en los que resulta imposible deslizar las ruedas por una densa pasta de lodo. Eso es el ciclocross, una modalidad que sobrevive en Europa pese al tirón del moderno mountain bike.
Cuando las máquinas se meten campo a través, han de ceñirse a un circuito cerrado, con un esfuerzo continuado de una hora. Siempre se traza el recorrido en la ladera de una montaña, con continuas dificultades en el piso: barro, agua, hierba, escalones artificiales... Todo un espectáculo que se ha convertido en deporte de masas en Bélgica, Holanda y la República Checa. En España, la mayor afición se concentra en Euskadi y Cantabria. Las bicis, muy similares a las de la ruta, llevan unas cubiertas más anchas con tacos, frenos cantilever (prohibidos en V y de disco), manetas más elevadas (por los baches) y un paso de rueda en horquilla mayor para evitar atascos con el barro.
Bélgica.
El alavés Javier Ruiz de Larrinaga, vencedor de los dos últimos Campeonatos de España, es la punta de lanza nacional y ya acumula ocho victorias en dos meses. Ciclista de carretera, profesional durante dos años en el desaparecido Kaiku, el corredor de Amezaga se especializó en ciclocross al no atisbar salida en la carretera. "Seguía teniendo el gusanillo de la bicicleta y decidí probar. Al principio me costó. De hecho, hace dos temporadas, estuve un mes en Bélgica aprendiendo la técnica y forma de preparación... Me sirvió de mucho".
Actualmente lidera la Copa de España y el calendario vasco. "Estamos a años luz de los flamencos", apunta Larri, quien también achaca a la falta de becas ADO, al no ser un deporte olímpico, el sombrío panorama en cuanto a recursos y practicantes. "Yo me tengo que buscar mis patrocinadores, mi preparador físico y mi mecánico. Otros años, debí trabajar además de entrenar". En los Países Bajos y Chequia, de donde proceden las grandes estrellas, es diferente. "Tenemos campeones, que generan admiración. La televisión arrastra a los patrocinadores y estos a los ciclistas", destaca el seleccionador belga, Rudy de Bie. Sus pupilos pagaron 7.500 euros por cabeza para llegar a Igorre en un avión privado tras el problema aéreo en España.
El checo Stybar, actual campeón del mundo; el belga Nys, ganador ayer en Asteasu; y el paisano de éste Albert, vencedor de la Copa del Mundo 2009 y líder mundial tras imponerse el domingo en Igorre, son ídolos en Europa Central. Allí, cada prueba reúne a más de 50.000 espectadores en circuitos donde hay que pagar por entrar.
Hermida hace sus pinitos
Dice Larrinaga que "los equipos profesionales de ruta no dejan a sus corredores participar". Sí que lo hace José Antonio Hermida, campeón del mundo de mountain bike en 2010 y subcampeón nacional de cicloross en 2009. Isaac Suárez y Egoitz Murgoitio también destacan.
España cuenta con 45 pruebas
La Federación Española tiene 45 pruebas de ciclocross en su calendario: Euskadi (7), Asturias (8), Castilla y León (4), Comunidad Valenciana (14), Madrid (6) y Cantabria (6). La crisis hace peligrar Igorre (Vizcaya), cita de la Copa del Mundo con 100.000 euros de presupuesto.

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