viernes, mayo 28, 2010

sobre la cría del PSI

Con el debido respeto, en España estamos viviendo las consecuencias de pretender vivir por encima de nuestras posibilidades, y el PSI no es una excepción. La 'premisa básica y fin primordial del criador del PSI' no es vender, sino producir caballos que sean lo más competitivos posible en el medio más competitivo posible. A diferencia de la ganadería y otras actividades agrícolas subvencionadas, la cría del PSI debe regirse siempre por la selección deportiva, y no por la comercialización. La cría comercial del PSI únicamente es viable en los mercados establecidos (Blue Grass, Normandía, Newmarket, County Kildare ... ) donde el sector de las carreras está suficientemente dotado de premios, que a su vez están sustentados por una integración plena en la industria del juego. Dicha integración implica una jurisdicción legal y fiscal sobre el juego en dichos mercados que en España actualmente no existe. Con independencia de que haya programas de incentivos para la cría del PSI en dichos mercados, allí el sector de las carreras ostenta plena jurisdicción sobre el juego y es el juego lo que sustenta la cría en dichos mercados a través de los premios. Un estudio realizado en Kentucky sobre el impacto de los programas de incentivos para la cría determinó que su efecto cualitativo sobre la cría era ostensiblemente inferior al de dotar las carreras de premios mayores. ¿Queremos esto para el PSI en España? En nuestro país, el sector de las carreras NO está integrado en la industria del juego ni hay reglamentación prevista para que así se establezca. Incluso en las CC.AA. de Madrid y País Vasco se venden actualmente apuestas hípicas sin revertir dinero alguno al sector de carreras o la cría del PSI local. Esto es un despropósito. Mientras se mantenga semejante agravio comparativo, no debería criarse el caballo PSI con la idea de vender, porque sin los medios necesarios para criar con fines competitivos, el esfuerzo de criar PSI en nuestro país, aun siendo muy loable, seguirá condenado al fracaso.

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